Clint Eastwood interpreta a un anciano llamado Walt Kowalski que acaba de perder a su esposa, a quién él consideraba "la mejor mujer en el mundo". Sus hijos lo critican por ser un gruñón, aunque, a decir verdad, con una descendencia como esa cualquiera lo sería. Eventualmente se relaciona con una familia de raza Hmong y unos a otros se darán lecciones sobre la vida y la muerte.
El final es sorprendente, pero no me impactó tanto debido a que un libro al que considero mi favorito termina de forma similar.
Consíganla si no la han visto.
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